jueves, 14 de abril de 2011

wave goodbye

Leve, casi afónico
se fue
un verano mandarina.

Quedó liquidado
bordeando un zócalo
de aquella pileta.

Un verano mandarina
sin tiempo ni gusto.

Donde el hocico de un perro
elige el éxodo de la mariposa
y echarse a la sombra.