domingo, 9 de enero de 2011

Dientes de conejo

Hay un poquito de todo en este gramajo.

Con un botón desprendido, citaste:

Hemos comido como boas.

Y mis dientes de conejo aparecieron a las diez.

El susto de ser nosotros mismos

desapareció como un cuco de la luz.

Sus garras nos hacen reír.

Hay un dique en las bolsas de tus ojos.

Algunas noches, acumula sueño

Y puedo soñar todo lo que quiero.

(a boca abierta).

Porque el susto de ser nosotros mismos

no nos reprende.

Y los fantasmas se enredan a medida que gira la sábana.