miércoles, 11 de marzo de 2009

Nos soltamos las manos.

Nos soltamos las manos
y todo tembló ¿O fuimos nosotros?
La lluvia humedeció lo que debía.
Ennegreciendo nuestras suelas.
Desprendiéndonos.

‘Fenómeno, el nuestro, disolver el verano’
Dije, mientras nuestros latidos caían
como piñas en seco.

De nada sirven los cuerpos que aparentan.
Difuntos en el suelo distorsionan el paisaje.
No dan frutos ni brillan como búhos en la noche.

Son nada.

Nos soltamos las manos.
Vi las hojas aferrándose al árbol.
La lluvia se llevó lo que debía.
Recordé en cada estación
las veces que fuimos sauce entre tantos edificios.